SOTD - Jabali

Esta vez un jabali mas o menos rapidamente .. muy humanizado me ha quedado con esos ojos.



Sketch of the day (SOTD)

SOTD - Gato peludo

Siguiendo la idea de Stephen Gardner en SKETCH OF THE DAY, intentaré hacer lo mismo , un bocetillo al dia, jeje a ver si lo consigo. Este lo he trabajado más que un boceto rápido de media hora, pero queria ver si me quedaba bien :) .. los gatos y yo no nos entendemos al dibujar.

Almenos voy aprendiendo nuevas herramientas del CPIX, veremos como evolucionan :) .. espero!




Sketch of the day (SOTD)

Coltan - así funciona el mundo.


Hace poco me enteré de que era el Coltan y hoy he decidido investigar un poco, vean y juzguen.
Dicen, ojos que no ven corazón que no siente, pero para algo tenemos cabeza, y ya ni utilizamos el sombrero.

Realmente creo q esto promete un buen debate interno sobre conducta, moral y consecuencias.

El coltan o coltán no es un mineral propiamente dicho si no la abreviatura de dos minerales columbopefdedle-tantalita . Es de color metálico apagado. Son escasos en la naturaleza y se trata de un recurso estratégico, imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. [...]

La República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales estimadas de coltan, este mineral está considerado altamente estratégico y por ello se entiende que exista una guerra en el Congo desde 1998. [...]

http://es.wikipedia.org/wiki/Coltan

fuente : wikipedia



EL COLTAN Y LA GUERRA DE CONGO

Para muchas personas la palabra coltan es tan extraña como incomprensible. No es en sí un nuevo vocablo. Es la combinación de dos palabras, que corresponden a sendos minerales: la columbita y la tantalita, de los que se extraen dos metales más apetecidos que el oro. Si tenemos en cuenta que estos metales están considerados altamente estratégicos y añadimos que el 80 por ciento se encuentran en la República Democrática de Congo, empezaremos a vislumbrar por qué hay una guerra en este país desde el 2 de agosto de 1998, por qué dos países africanos, como Ruanda y Uganda, ocupan militarmente parte del territorio congoleño y por qué, a la postre, han muerto ya más de dos millones de personas.


EL COLTAN Y LA GUERRA DE CONGO

Y es que el coltan es un metal esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías, las estaciones espaciales, las naves tripuladas que se lanzan al espacio y las armas más sofisticadas.

No hace falta tener muchos conocimientos de derecho internacional para afirmar que esta guerra constituye la mayor injusticia, a escala planetaria, que se está cometiendo contra un Estado soberano. En las últimas décadas la historia nos ha deparado tristes ejemplos de asalto y hasta de ocupación militar de un país independiente. Irak invadió Kuwait y Estados Unidos hizo lo propio en Granada, aunque con resultados distintos. Se han bombardeado países, como Afganistán e Irak, amparados en un dudoso respaldo de la ONU. Pero lo que no se había hecho, desde la invasión de países europeos por la Alemania de Hitler, era la ocupación pura y dura de un territorio, para aniquilar a miles de ciudadanos y explotar, al mismo tiempo, los recursos minerales del país ocupado. Esto es lo que está ocurriendo en la República Democrática de Congo. Lo que añade gravedad a esta piratería es la pasividad de la comunidad internacional. A quienes nos duelen todas las opresiones, nos sobrecoge este desprecio a una parcela de la humanidad, doblemente ultrajada.

Ya nadie puede ignorar que la guerra que padece la República Democrática de Congo tiene como causa la depredación de metales preciosos y recursos estratégicos. Con ellos se enriquecen unos cuantos y se financia la propia guerra. Los culpables son muchos. Según un grupo de expertos de Naciones Unidas, que elaboró un informe sobre la guerra en este país, el Ejército Patriótico Ruandés (APR) ha montado una estructura ad hoc para supervisar la actividad minera en Congo y facilitar los contactos con los empresarios y clientes occidentales. Se han creado varias empresas mixtas entre los negociadores europeos del coltan y miembros del APR y del círculo de personas cercanas al presidente ruandés Paul Kagame.


UN MILLÓN DE DÓLARES AL MES

El Ejército ruandés traslada en camiones el mineral a Kigali, capital de Ruanda, donde es tratado en las instalaciones de la Somirwa (Sociedad Minera de Ruanda), antes de ser exportado. Los últimos destinatarios son Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajstán. La compañía Somigl (Sociedad Minera de los Grandes Lagos), tiene el monopolio en el sector; es una empresa mixta de tres sociedades: Africom (belga), Promeco (ruandesa) y Cogecom (surafricana). Entrega 10 dólares por cada kilo de coltan exportado al movimiento rebelde Reagrupación Congoleña para la Democracia (RCD), que cuenta con unos 40.000 soldados, apoyados por Ruanda. «Con la venta de diamantes –ha declarado el mismo Adolphe Onusumba, presidente de la RCD– ganábamos unos 200.000 dólares al mes. Con el coltan llegamos a ganar más de un millón de dólares al mes».

La mestiza pakistaní-burundesa Azazi Gulamani Kulsum, una famosa contrabandista en la región de los Grandes Lagos, es la gestora de Somigl. Esta mujer empezó su carrera en Bunia, vendiendo tabaco de contrabando. Muy próxima al dirigente hutu burundés Léonard Nyangoma, era considerada hace poco como el principal abastecedor de armas a los rebeldes ruandeses hutus. Hoy, gracias a la Somigl, trabaja con el ejército ruandés, que en principio se encuentra en Kivu para perseguir a los hutus.

En la zona controlada por los ugandeses –ha señalado la periodista Marina Rini después de visitar el noreste de la República Democrática de Congo– no existe monopolio. Asegura que en Butembo operan seis grandes compradores extranjeros, oficialmente en competencia entre ellos. Los empleados extranjeros, aparte de un ugandés, son todos ex soviéticos: rusos o kazakos tal vez. Sin revelar su identidad han confesado a Marina Rini: “Vivíamos desde hace varios años en Suráfrica y ahora hemos venido a comerciar con el coltan”. A ellos les compra Kazajstán. Informaciones reservadas de las Naciones Unidas revelan que el tráfico lo organiza la hija del presidente kazako, Nursultan Nazarbaev, a través de sociedades mixtas belgas. La hija de Nazarbaev está casada con Vassili Mette, director general de Ulba, la empresa kazaka que extrae y refina uranio, coltan y otros minerales estratégicos. Al parecer, Salim Saleh, hermano del presidente ugandés, Yoweri Museveni, no está al margen de este floreciente negocio.


LAS COMPAÑÍAS OCCIDENTALES EN LA EXPLOTACIÓN DEL COLTAN

Ésta es, a grandes rasgos, la sutil tela de araña de un negocio internacional que está alimentando una guerra en el corazón de África y empobreciendo a los ciudadanos de uno de los países más ricos de la tierra. Pero hay más. El IPIS (Servicio de Información para la Paz Internacional) ha realizado un minucioso estudio sobre las vinculaciones de empresas occidentales con el coltan y, por tanto, con la financiación de la guerra en la República Democrática de Congo.

Los documentos reunidos por esta organización establecen que la compañía belga Cogecom sprl ha sido un socio clave en el monopolio instaurado por los rebeldes congoleños. Las transacciones entre Somigl y Cogecom supusieron 600.000 dólares para la RCD sólo en el mes de diciembre de 2000. Otras transacciones similares han tenido lugar entre Somigl y Cogear, una compañía con una dirección ficticia en Bélgica.

La investigación sobre las actividades del grupo alemán Masingiro GMBH revela tres transacciones comerciales realizadas entre junio y septiembre de 2001 y que cubrían la exportación de 75 toneladas de coltan. Las cantidades en juego hacen pensar que el coltan exportado por la compañía alemana procede de stocks acumulados por el monopolio de la RCD (la Somigl). Este coltan ha sido enviado a Alemania a través del aeropuerto de Ostende y el puerto de Amberes por las compañías de transporte TMK (vinculada a la RCD), A.B.A.C y NV Steinvweg (Bélgica). El coltan estaba destinado sin duda a la fábrica de tratamiento de tántalo en manos de H.C. Starck, filial de Bayer y líder mundial en la materia.

El hombre de negocios suizo Chris Huber parece jugar un papel primordial en la financiación del esfuerzo de guerra de Ruanda. La investigación demuestra que sus compañías Finmining y Raremet compran el coltan de Rwanda Metals, una compañía que actúa en nombre del ejército ruandés y lo revende a la fábrica de transformación Ulba en Kazajstán. Se sabe que existen transacciones entre Finmining y la compañía kazaka de fletes Ulba Aviakomapnia/Irtysh Avia para los envíos de coltan de Kigali a Kazajstán. Chris Huber podría estar ligado a Victor Bout, un conocido traficante de armas, suministrador de diferentes grupos rebeldes y armados en África.

Eagle Wings Resources (EWR) es una joint-venture (empresa de riesgo compartido) entre la americana Trinitech y la holandesa Chemi Pharmacie Holland. El representante local de EWR en Kigali es Alfred Rwigema, el cuñado del presidente Paul Kagame. El informe de las Naciones Unidas acusa al presidente ruandés de jugar un papel motor en la explotación de los recursos naturales de la República Democrática de Congo. La dirección de EWR afirma haber rechazado propuestas comerciales de Grands Lacs Metals, otra compañía del coltan controlada por el ejército ruandés. .

Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens y otras compañías punteras utilizan condensadores y otros componentes que contienen tántalo, así como las compañías que fabrican estos componentes como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC.


OBJETIVO: DIVIDIR EL CONGO

Hay que subrayarlo una vez más: estos oscuros negocios son, en primera instancia, los culpables de una guerra no por olvidada menos dramática y bochornosa. Con un agravante: se teme que sobre el mismo territorio de la República Democrática de Congo pesa la amenaza de la fragmentación. Es decir, la división en varios estados, lo que facilitaría aún más la explotación de los recursos. Ya lo presintió y denunció –y por eso lo asesinó el ejército ruandés– Mons. Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu.

Más recientemente, el obispo congoleño de Kamina, Mons. Jean-Anatole Kalala Kaseba durante un encuentro con el Comité de Solidaridad con el África Negra en Madrid: “Creemos que los que han creado esta situación pueden ponerle fin, especialmente los americanos. La ONU está allí, incluso en mi diócesis. Son observadores, pero ¿qué es ser observador? Tienen un programa que no quieren decirnos. Aseguraron que venían para ponerse entre los beligerantes, pero vienen a confirmar la partición del país. Nosotros hubiéramos preferido que estuvieran en todas las ciudades, pero resulta que no están presentes ni en Uganda ni en Ruanda. Tenemos razones para creer que estos observadores han sido enviados por las multinacionales. El ex presidente de Botsuana Kett Masire –el mediador en el conflicto congoleño– ha dicho claramente que si fracasa el diálogo intercongoleño, la ONU tomará de nuevo el país en sus manos. No es nuevo. Esta guerra ha sido provocada para esto. La ONU quiere que fracase el diálogo intercongoleño para dirigir el país como un protectorado. Creo que la ONU está hoy al servicio de una gran potencia y hace lo que ella quiere”.

Esto no es sólo un temor. A mediados de marzo de 2002, el Gobierno de Ruanda, que ha convertido parte de Kivu en una extensión de su territorio, se apropió de todos los servicios telefónicos nacionales de Bukavu: instaló el código 250 de Rwandatel con un equipo completo para habilitar 3.000 líneas telefónicas, telefax y e-mail. De esta manera, todo el servicio de Internet está controlado desde Kigali, capital de Ruanda.


Comité de Solidaridad con el África Negra
Madrid




fuente : Solidaridad.net- Fecha: 2003-10-24

Casas sostenibles

Me he quedado impresionado ... quiero una home hobbit house pero ya! juas

Pero primero las casitas esféricas, pequeñas y confortables, suspendidas entre los árboles para cualquier actividad que te imagines (no creo q vivir en ellas sea muy aconsejable), una monada. Ni que con el viento y el frio no se como se debe estar.

http://www.freespiritspheres.com/


Y aquí está la mejor casa de todas !! el hobbit hole!! jeje bueno , materiales ecológicos y parece q muy barato de construir, nada q no nos hubiéramos imaginado ya , pero seguramente con algunos truquitos que vienen bien, una pena que se necesite tanta madera, a mi parecer le falta más piedra, pero weno , no podre criticarlo hasta que no lo intente XD.



http://www.simondale.net/house/




Fuente: design-pedia.blogspot.com

Loom







Mucho tiempo después del paso de la Segunda Sombra, cuando los dragones volaban por el luminoso firmamento y las estrellas eran brillantes y numerosas, llegó la Era de los Grandes Gremios. Herreros, pastores, clérigos y tejedores dedicaron sus esfuerzos a alcanzar el control absoluto del conocimiento secreto. A través de los siglos, los tejedores destacaron por conseguir que su trabajo trascendiera los límites de lo puramente físico. Pero ahora, un extraño poder ha barrido su gremio al olvido, y la única esperanza para ellos y el resto del universo conocido la constituye un joven llamado Bobbin Threadbare, en cuyos hombros recae el pesado destino que le convierte en paladín contra el lado oscuro del Mundo, allí donde el temible Caos es señor absoluto.

La isla de Loom
Al despuntar el día de mi decimosexto cumpleaños, tuve la mayor alegría de mi vida. Por fin se iban a terminar los años de soledad y marginación. De una forma extraña, sólo conseguía recordar vagamente escenas en las que veía a los de mi gremio sumidos en la desesperación e imágenes de mi amada madre, la dulce Cygna, que arrancaban de mi pecho un dolor profundo. Nunca fue una criatura tan ajena a lo que el futuro le tenía preparado, a lo que los finos hilos entretejidos en el Telar de la vida habían decidido que fuese mi mágico destino. El mensaje de los Ancianos de mi pueblo me llegaba de una forma tan especial que era una premonición del futuro que me aguardaba.
Sin dilación alguna, dirigí mis pasos hacia la aldea, sintiendo cómo mi corazón se encantaba. Una vez en ella, me adentré en la tienda del Gran Consejo, que estaba construída de forma que aprovechaba una cavidad natural y, aunque exteriormente su aspecto no parecía gran cosa, en su interior unas enormes galerías tapizadas por trabajos de mi pueblo, daban acceso al lugar donde se guardaba el mágico telar que contenía en su interior el destino de todos y cada uno de nosotros. Junto a él pude distinguir la amada figura del maestro Hetchel, a quien los Ancianos parecían recriminar por algún motivo desconocido para mí. Tras unos minutos en la sombra, sólo alcancé a ver unas luces extrañas tras las que la sala quedó en silencio, y los ancianos desaparecieron sin dejar rastro alguno. Me acerqué al mágico telar, ante el cual distinguí un bastón que me pareció igual al que Hetchel utilizaba en sus conjuros mágicos y lo que parecía un huevo. Con algo de miedo, cogí el bastón y toqué con él el huevo. Para mi asombro, en mis oídos sonaron cuatro hermosas notas musicales. Sin saber muy bien por qué, un impulso extraño me empujó a levantar el bastón mágico, mientras en mi mente se volvían a repetir las cuatro notas recién oídas.
Entonces, algo extraño sucedió. Sin que yo me moviese, una especie de polvo de hadas envolvió al huevo, y éste se abrió saliendo de su interior un extraño pato bastante crecidito para ser un recién nacido. Pero no habían terminado ahí las sorpresas. El pato habló con voz familiar para contarme que era mi querido Hetchel sufriendo un encantamiento, y que mi destino era algo mucho más impresionante de lo que jamás hubiera podido imaginar. En mí estaban depositados los conocimientos y la esperanza de mi pueblo y de todo nuestro universo conocido. Pero los poderes mágicos eran algo que debía descubrir por mí mismo, de igual forma que había ocurrido con el huevo. Aquel no era sino el Conjuro de abrir objetos, que más adelante me sería de gran utilidad. El anciano Hetchel no podía darme más detalles, y se limitó a añadir que habría de encontrar la forma de salir de la isla de Loom, una vez que tuviese el suficiente poder para hacerlo. Además, me tranquilizó saber que aunque él tenía que partir, procuraría estar a mi lado si alguna vez lo necesitaba. Luego desapareció.

El libro de los conjuros
Salí de la tienda y recorrí el poblado. En una de las tiendas recogí el libro de conjuros de Hetchel y aprendí un impresionante truco para teñir de verde cualquier cosa. En otra, intuí algún objeto, pero una extraña oscuridad no me permitía ver nada. Desconcertado, me dirigí al bosque, en donde se asentaba el cementerio y donde reposaban los restos de mi amada madre. Ante la tumba de Cygna, descubrí unos extraños gráficos grabados en su lápida y un epitafio desconcertante. En él se hablaba del día en que el firmamento se abriese y algo más que no llegaba a entender. De los búhos del bosque aprendí algo que me fue útil en la tienda oscura, y luego decidí dirigirme al acantilado de la montaña, donde todo había comenzado. Parece que las cumbres tienen algún efecto extraño sobre nuestra mente, pues al volver a ella comencé a verlo todo más claro. Era fácil relacionar la inscripción de la lápida de Cygna con el lugar donde ahora me encontraba. Más por inspiración que por certeza, conseguí articular un nuevo conjuro que produjo un extraordinario fenómeno tras el que obtuve la embarcación que estaba necesitando para salir de la isla de Loom. Comenzaba aquí la batalla para la que no me cabía ya ninguna duda que había nacido.
La travesía fue bastante accidentada, pues en mi camino hallé un enorme tornado, que amenazaba con segar mi vida con la misma rapidez que lo haría la guadaña temible custodiada por el gremio de los Vidrieros. Mis descubrimientos en la isla me habían enseñado que lo más maravilloso de mi bastón mágico era que, además de permitirme efectuar conjuros, podía conseguir, con sólo tocar con él cualquier objeto o cosa, que en mi cerebro se engranaran las notas mágicas del hechizo que podía permitirme solucionar cada problema. Con el tornado me sucedió algo extraordinario. Mi primer impulso mágico no sólo consiguió anularlo, sino que pareció aumentar su intensidad haciendo que girase con más fuerza. Probé, pues, con el conjuro contrario y esta vez sí que di en la tecla. Despejado el camino, dirigí mi modesta embarcación hacia la costa de Mainland, que ya se adivinaba en lontananza. Llegado a la playa, noté perfectamente cómo la experiencia adquirida hacía que mi poder fuese cada vez mayor.
Sin vacilar me adentré en el bosquecillo cercano, donde encontré a unos asombrosos pastores del bosque de los que aprendí la técnica de hacerse invisible. Sin embargo, no me permitían cruzar sus tierras, por lo que no tuve más remedio que dirigir mis pasos hacia la ciudad de los Vidrieros.
Siempre había oído hablar de este asombroso gremio con admiración, pero nada podía hacerme imaginar una ciudad tan fabulosa. Por laberintos de cristal y espejos, me interné en ella, comprendiendo que unas gentes capaces de hacer aquella maravilla tenían que aumentar mi sabiduría sin ninguna duda.

La ciudad de los Vidrieros
Descubrí unos alucinantes teletransportadores que me permitieron alcanzar una habitación en la que dos figuras, a las que sólo alcanzaba a oír, hablaban sobre una bola de cristal mágica. Había oído que el Gremio de Vidrieros fabricaba estos instrumentos prodigiosos en los que se podía ver el futuro. Luego, las voces cesaron y comprendí que las dos personas se habían marchado. Intenté llegar a la habitación de la bola mágica, pero dos vidrieros que afilaban en la torre una enorme guadaña me impidieron el paso. Recordé entonces el truco de la invisibilidad aprendido de los pastores, e intenté efectuar sobre ellos este conjuro, pero no me daban tiempo a hacerlo. Después de un rato de dudas, decidí salir al exterior a tomar un poco de aire y fue entonces cuando advertí que la torre se veía desde donde me encontraba. Al momento, efectué nuevamente el hechizo y esta vez si tuve el éxito esperado. La invisibilidad me permitió cruzar la torre, aprender un nuevo conjuro de afilar objetos y enterarme de parte de los planes de un tal Obispo Mandible, que se perfilaba como mi más directo enemigo en la lucha contra los poderes del mal que había emprendido.
Llegado a la habitación donde se guardaba la bola mágica, descubrí en ella la forma de conseguir que los pastores me dejasen entrar en su territorio, y contemplé el rostro maligno de alguien que identifiqué como mi enemigo.
Dejando atrás la hermosa Crystalgard, volví a adentrarme en el bosque, donde los pastores no pusieron ya la menor objeción a mi paso. Ya en su territorio, unos hermosos prados me condujeron a unas cabañas, en las que encontré a una joven con un pobre corderito enfermo. La joven intentaba curarle con una vieja canción mágica, y aunque yo sabía que mi poder era muy superior al de ella, también era consciente de que todavía no lo era tanto como para curar al pobre animal. Tomé nota de la canción, no obstante, porque un nuevo presentimiento así me lo aconsejaba. Antes de partir, la chica me contó que tenían un grave problema con un enorme dragón que robaba sus ovejas mientras pastaban en los prados. Ellos intentaban evitarlo cubriendo a las ovejas con ramas verdes que las confundieran con la hierba, pero los animales no paraban de moverse de un lado a otro, por lo que el camuflaje pronto se deshacía. Repasé mentalmente mis habilidades y recordé maravillado que había una que aún no había usado, aprendida casi desde el principio y que podía ser la adecuada. Efectué el conjuro, y cuando contemplaba satisfecho cómo ya el dragón no podría robar más ovejas, sentí que unas garras poderosas me levantaban por el aire. El dragón había llegado de caza, y yo había sido la única presa que pudo distinguir.

La guarida del dragón
Surcamos los aires durante un tiempo, que me pareció interminable, hasta llegar a una enorme montaña con un volcán en su cima, por donde el monstruo se introdujo. Me ví, así, en una guarida enorme, en la que el dragón se tendió sobre un enorme montón de oro, dejando la tarea de merendarme para más tarde. Recorrí desesperado la gruta buscando una salida, descubriendo con horror que no existía. Decidí entonces intentar asustar a la enorme fiera, y probé a convertir todo el oro sobre el que estaba echado en paja. El dragón ni se inmutó, pero yo sentí que nacían nuevas fuerzas y habilidades dentro de mí, así que seguí probando hechizos hasta dar con el adecuado. Con un aullido de dolor, salió volando de su guarida, dejando al descubierto una galería que estaba ocultando con su cuerpo, y que parecía la única salida posible. Me adentré en ella y recorrí oscuros pasadizos entre los que encontré un hermoso lago subterráneo, donde me acerqué a reponer fuerzas. Por un impulso ya habitual, toqué sus aguas con el bastón mágico y un nuevo hechizo se dibujó en mi mente, mientras mi imagen se reflejaba en las cristalinas aguas. Continué mi camino hasta conseguir salir al exterior. Una estrecha senda serpenteaba alrededor de la montaña y, después de bajarla, descubrí que existía un puente sobre un abismo que se había derrumbado.

El gremio de los herreros
El camino estaba cortado, y me puse a pensar que el pequeño trozo desprendido no podía ser obstáculo para alguien como yo, que acababa de vencer a un enorme dragón. Con paciencia, repasé mis conjuros, y tengo que confesar que cuando di con el adecuado hasta yo mismo me quedé boquiabierto con lo que mis ojos contemplaron. Seguí mi ruta y llegué a un cementerio, donde un joven perteneciente al gremio de los herreros dormitaba plácidamente. Desde allí, contemplé la monstruosa ciudad de este nuevo gremio, con la forma de un enorme yunque. A las puertas de esta gran urbe, comprobé que de nada servía mi hechizo para abrir puertas, pues los guardianes no dejaban pasar absolutamente a nadie que no fuese de la ciudad. Recordé que el joven dormido tenía ropas usadas por el gremio, y que si me las ponía quizá podría engañarles y pasar el control sin mayores problemas. Luego, me di cuenta que de nada me serviría si una vez dentro cualquiera podía reconocerme como intruso. Cuando ya comenzaba a desesperarme, a mi memoria acudió una musiquilla aprendida en cierto lago mientras mi imagen se reflejaba. La cosa funcionó tan estupendamente que, incluso el maestro herrero, me confundió con el joven aprendiz Rusty, y me aplicó el castigo que a éste tenía reservado. Fui despojado de mi bastón mágico, encerrado en un calabozo y tuve, además, que contemplar cómo el viejo herrero lanzaba mi bastón al fuego,como si de un vulgar trozo de madera se tratase. Mi desesperación acabó en sueño, al final del cual algo extraordinario había sucedido. Mi bastón había vuelto.
Salí del calabozo y me adentré en los sótanos de la fortaleza. Allí me llevé la sorpresa de descubrir nuevamente a Mandible, en animada conversación con uno de los Maestros del Gremio de los Herreros. El malvado obispo tenía encargada la elaboración de espadas para abastecer a un enorme ejército, y su pedido estaba ya casi terminado. Decidí intervenir boicoteando el trabajo, pero fui sorprendido y apresado por la guardia del Clérigo.
Me condujeron hacia el castillo de los Clérigos, donde fui encerrado en una jaula como un animal, y estrechamente vigilado por el obispo y su más fiel esbirro. Esperaron a que hiciese uso de uno de mis hechizos, y fue el instante en que me fue arrebatado nuevamente en bastón mágico. Era lo que el malvado había estado esperando. Sus planes eran abrir una puerta entre este mundo y el más allá. Un ejército de muertos pasaría a nuestro mundo y él sería su jefe absoluto. Alimentados con el ganado de los pastores, armados con las espadas forjadas por los herreros y guiados por la visión del futuro extraída de la bola de cristal mágico, serían algo invencible.

El desenlace final
Pero el villano no había contado con algo inesperado. Cuando uno juega con fuego puede acabar quemándose. La puerta astral abierta por Mandible había sido cruzada en primer lugar por el temible Caos, para quien el obispo no era sino un pobre y molesto mortal.
Un gesto de la infernal criatura, y los sueños del clérigo se deshicieron como el humo. Había recuperado mi bastón mágico, pero ahora mi enemigo era alguien mil veces más poderoso que Mandible. No obstante, cada vez mi destino estaba más claro. Recordar por un momento a mi amada madre Cygna me dio el coraje suficiente para internarme por la grieta dimensional, y pasar al otro lado del universo. Desde allí, pude comprobar las fisuras abiertas por las huestes del mal y comprendí que mi primera labor era cerrarlas todas. Ayudé en lo que pude a los pobres gremios asaltados sin piedad, y llegué hasta el maravilloso lago, donde los espíritus de mi pueblo, convertidos en cisnes, esperaban el desenlace de la cruenta batalla.
La última puerta me condujo nuevamente a la isla de Loom, donde todo empezó a cobrar sentido. El telar mágico era ahora el centro del universo, y sólo su inmenso poder podía volver a dividir en dos los mundos del más allá y de la realidad. El anciano Hetchel volvía a ser imprescindible para la lucha contra el horrible Caos. Su sacrificio me otorgó las últimas claves para deshacer el gran telar, aislando al espíritu del mal en el lado oscuro del universo. Ahora, mientras surco los cielos con mi pueblo, agradezco a la inteligencia infinita creadora del mundo, el haberme concedido la oportunidad de desempeñar una labor de tanta trascendencia.

HTML por LMG

Fuente: http://www.juegomania.org/guias/pc/6035